Estar en un concierto disfrutando de la belleza del sonido de las cuerdas de una guitarra portuguesa es una experiencia absolutamente mágica.
Pero para que el sonido sea único, la afinación esté perfectamente ajustada y la curvatura del instrumento se adapte perfectamente a la mano del músico, es necesario el trabajo meticuloso y especializado de un luthier.
Estos maestros en el arte de fabricar guitarras y otros cordófonos utilizan materias primas de excelencia como el palosanto, el ébano, la caoba, el palosanto de Brasil, el nogal y el abeto, y cuando crean un instrumento musical lo hacen pensando exclusivamente en quién lo utilizará.
Frente a la industria que fabrica instrumentos de cuerda en serie, con materiales de menor calidad, los luthieres portugueses dominan el arte de hacer piezas únicas. Cada instrumento musical está elaborado a mano y pensado en detalle, desde la elección de la madera, el grosor, la colocación de los travesaños y las dimensiones de la caja armónica. Por eso, el trabajo de los maestros luthieres fascina a músicos de todo el mundo.
Los luthieres portugueses
En Portugal, el trabajo de los maestros luthieres es un arte que existe desde hace siglos.
En la historia más reciente de los luthieres de guitarra portugueses destacan dos familias: la de Álvaro da Silveira, cuyo legado fue continuado por Manuel Cardoso y por su hijo Óscar Cardoso; y la del maestro João Pedro Grácio, cuyo legado fue continuado por João Pedro Grácio Júnior y por su hijo, Gilberto Grácio.
Además de estas dos grandes Escuelas Tradicionales en el Arte de la Construcción de la Guitarra Portuguesa, otros maestros destacan en el panorama nacional: Adriano Sérgio y Fernando Meireles son buenos ejemplos, aunque la nómina de reputados luthieres portugueses es muy amplia.
Óscar Cardoso: precisión y perfección a lo largo de varias generaciones
Óscar Cardoso sigue construyendo guitarras portuguesas, pero también guitarras personalizadas para profesionales del mercado nacional e internacional. El luthier ya ha sido distinguido por el Museo do Fado y galardonado por la Fundación Amália Rodrigues con el Premio Especial de Fabricante de Instrumentos Tradicionales de Fado.
Su hijo, João Cardoso, nacido en 1993, se convirtió en su aprendiz. Inicialmente comenzó reparando y reconstruyendo instrumentos, para pasar más tarde a la construcción de guitarras y a la técnica más compleja y exigente de fabricación de guitarras portuguesas.

Adriano Sérgio: uno de los mejores en su campo
Adriano Sérgio es el propietario de Ergon Guitars y Guitar Rehab Lisboa. Gracias a su talento y trabajo único ya ha sido portada de Premier Guitar, revista de referencia en el mundo de los guitarristas.
Antes de dedicarse al arte de construir guitarras, trabajó como músico y técnico de guitarras con celebridades como Anthrax, Moonspell y Ozzy Osbourne. Este trabajo le puso en contacto con los modelos clásicos y las necesidades reales de los músicos.
En 2005, creó Guitar Rehab Lisboa, un taller de reparación, restauración y construcción de instrumentos musicales donde se diseñan y fabrican las guitarras Ergon. Hugo Domingos y Luís Alves se incorporaron al equipo unos años más tarde.
Guitarras Ergon: tradición e innovación de la mano
Las guitarras Ergon son una sorprendente fusión de modernidad, innovación y tradición. El proceso para dar cuerpo a estas guitarras de diseño único y tacto ergonómico comienza con una conversación entre el luthier y el cliente para conocer sus gustos y preferencias en cuanto a música, pintura, literatura, arquitectura y otros temas.
Tras conocer mejor al cliente, Adriano Sérgio dibuja los primeros bocetos y esculpe algunos prototipos tridimensionales. A partir de esta base, el cliente y el luthier deciden la combinación que desean entre diseño y ergonomía.
Después de empezar a trabajar la madera, Adriano Sérgio invita al cliente a ir al taller para ver cómo su guitarra empieza a tomar forma. Las guitarras Ergon se crean con madera que se seca lentamente al aire, pero también con madera tratada térmicamente, especialmente al crear los mástiles, ya que tiene una estabilidad estructural y una respuesta tonal similares a las maderas envejecidas.
La madera utilizada en las guitarras se elige en función del sonido y la estética que se quiera conseguir y siempre tras un acuerdo entre el músico y el constructor.
En cuanto al acoplamiento del mástil con el cuerpo, Adriano Sérgio utiliza una junta deslizante “set-thru” y herrajes específicos (la serie Gotoh 510® con algunos instrumentos, utilizando también la serie Stealth® de cabezas de máquina).
Las distintas placas, que forman parte del diseño de la guitarra, están martilladas y moldeadas a partir de latón de batería. Y el sonido eléctrico se transduce mediante pastillas personalizadas a mano de fabricantes como Lundgren® y Bare Knuckles®.
Al final, el cliente tendrá un instrumento musical único, creado al detalle para él, que combina armoniosamente estética y funcionalidad.

Fernando Meireles: maestro, músico e investigador
Fernando Meireles es uno de los luthieres portugueses más respetados. En su taller, en la Associação Académica de Coimbra, enseñó su arte a varios aprendices.
El luthier ha hecho cordófonos para músicos como Júlio Pereira, Pedro Caldeira y tiene una guitarra de su autoría en la Casa Real española. Su talento para dar forma al instrumento medieval, el acordeón, es ampliamente elogiado.

Un arte que abarca una gran variedad de cordófonos
La guitarra portuguesa es un instrumento musical que encarna y representa el alma portuguesa. El inconfundible sonido de la caja de armónica periforme y seis pares de cuerdas, combinado con la voz del fadista que canta a la nostalgia nacional, es un símbolo de Portugal.
Existen tres tipos de guitarra portuguesa: la de Lisboa, la de Coimbra y la de Oporto. Y para cada una de estas guitarras, con diferentes características de construcción, afinación, calibres de cuerdas y técnicas, existe una escuela de luthieres.
Además de la guitarra portuguesa, existen en Portugal maestros luthieres especializados en la construcción artesanal de los más diversos cordófonos.
La mandolina
La mandolina, muy tocada en el norte de Portugal, en grupos musicales académicos y populares, tiene una caja en forma de pera más estrecha que la de la guitarra portuguesa. Los maestros artesanos que se dedican a la construcción de este instrumento de origen italiano se encuentran principalmente en la región de Braga.
En Oporto, la Casa da Guitarra también vende mandolinas hechas a mano por el constructor Artimúsica. El método tradicional de construcción fue iniciado hace más de 100 años por el maestro Joaquim José Machado, abuelo de los actuales luthieres, Manuel Carvalho y José Carvalho.
Además de las mandolinas Artimúsica, la Casa da Guitarra también tiene en su taller la obra del viola Alfredo Teixeira, que también construye guitarras portuguesas, guitarras clásicas, guitarras de fado y bandurrinhos.

El cavaquinho
El cavaquinho es otro instrumento que aún se fabrica de forma artesanal en Portugal. Parecido a la viola, pero mucho más pequeño y con un tono más agudo, el cavaquinho es muy popular en Minho, Lisboa, el Algarve y Madeira.
En la construcción de este instrumento musical, los maestros artesanos utilizan pino de Flandes, tilo o álamo para las tapas. Mientras que los laterales y el fondo son de madera de tilo, nogal o cerezo.

La viola braguesa
La viola braguesa, por su parte, es muy popular en el noroeste de Portugal, entre el Duero y el Miño, sobre todo como acompañamiento al canto en “Rusgas”, “Chulas” y “Desafios”.
En las ciudades de Guimarães y Braga ya existían en el siglo XVII maestros artesanos especializados en la construcción de la viola braguesa. Posteriormente, el saber hacer de estos artesanos se extendió a Oporto, Barcelos y Viana do Castelo, y permanece, hasta hoy, todavía en Oporto y Braga.

Taller de guitarra portuguesa en el Museo del Fado
¿Le gustaría aprender a construir una guitarra portuguesa? Entonces debe saber que el Museo do Fado, en Lisboa, ofrece un curso de construcción de guitarra portuguesa.
Este taller pretende formar a las personas interesadas en la construcción del instrumento, abordando todas las etapas del proceso, desde la selección de maderas, herramientas y equipo técnico, hasta la colocación de las cuerdas y la afinación. Al final, cada alumno habrá construido su propia guitarra portuguesa.
